El humanismo es una generalización empírica1 y una cosmovisión del mundo en la trascendencia del hombre a través de la cultura del ser la persona, y en la era moderna se retomó con mucha fuerza con los trabajos que se desarrollaron en 1933, con los primeros Manifiestos2 generados por organizaciones de ciudadanos que se plantearon la búsqueda del bien común mediante la conciliación de la fe y la razón, acoplando la ciencia con la virtud humana.
En ese año del 33, se publicó una declaratoria firmada por profesores investigadores en diversas materia como Filosofía, Economía, Sociología, entre los que se incluían ministros de cultos de diversas expresiones religiosas de las universidad de Estados Unidos, que analizando la crisis de valores que enfrentaban, en su contexto plantearon su visión del mundo en lo que denominaron “Un Manifiesto Humanista”; bordando entre otras tesis como Humanismo Religioso, su significado teórico:
“..que la manera de determinar la existencia y el valor de cualquiera y de todas las realidades es a través de la investigación inteligente y la evaluación de sus relaciones con las necesidades humanas… … La meta del humanismo es una sociedad libre y universal en la cual la gente voluntaria e inteligentemente coopere para el bien común. Los humanistas exigen una vida compartida en un mundo compartido… … El humanismo debe: a) afirmar la vida en lugar de negarla; b) tratar de obtener las posibilidades de vida, no huir de ellas: y c) tratar de establecer las condiciones de una vida satisfactoria para todos, no sólo para unos pocos.” (Bragg, 1933, págs. 58-61)
Aunque el tratado citado propone el uso de la inteligencia del hombre y su racionalismo, en ningún momento desestima la profesión de fe.
“Nada humano le es ajeno a lo religioso. Esto incluye el trabajo, el arte, la ciencia, la filosofía, el amor, la amistad, el ocio –todo esto en su grado de expresión de la inteligencia que satisface a la vida humana. … …el humanismo encuentra sus emociones religiosas expresadas en un mayor sentido de la vida personal y en un esfuerzo de cooperación por promover el bienestar social.” (Bragg, 1933)
Sobre la posición del hombre, el humanismo señala que el hombre está llamado a enfrentar las crisis de vida teniendo sentido de vida y gozo de vivir, “El hombre debe aprender a enfrentar las crisis de la vida en términos del conocimiento de su naturaleza y probabilidad. Actitudes razonables y enérgicas se fomentarán mediante la educación y el apoyo de la costumbre… … los humanistas religiosos aspiran a fomentar la creatividad del hombre y alentar los logros que se añadan a las satisfacciones de vida”. (Bragg, 1933) En cuanto a las instituciones establece:
“…todas las asociaciones e instituciones existen para el cumplimiento de la vida humana. El propósito y el programa del humanismo consiste en la evaluación, transformación, control y dirección inteligente de tales asociaciones e instituciones con vistas a la mejora de la vida humana”. (Bragg, 1933)
Cuatro décadas después, estos postulados serian ratificados por otra decena de profesores investigadores en el año de 1973, convocados por Paul Kurtz3 y Edwin H. Wilson4; el segundo de estos incluso participó en la redacción del primer Manifiesto.
Ambos, uno catedrático y el otro sacerdote consideraron que los últimos acontecimientos en la historia de la humanidad como el nacismo y la creciente políticas económicas faltas de sensibilidad y la creciente presencia de gobiernos no democráticos los motivaron para retomar su propuesta filosófica.
En la segunda versión de éste, se ratificaron los enunciados en el primero y se agregaron otros ejes temáticos como la Dignidad Humana, en donde abordan la libertad del ejercicio de la sexualidad y una actitud tolerante ante la misma.
The right to birth control, abortion and divorce should be recognized. While we do not approve of exploitive, denigrating forms of sexual expression, neither do we wish to prohibit, by law or social sanction, sexual behavior between consenting adults. The many varieties of sexual exploration should not in themselves be considered “evil.” Without countenancing mindless permissiveness or unbridled promiscuity, a civilized society should be a tolerant one. Short of harming others or compelling them to do likewise, individuals should be permitted to express their sexual proclivities and pursue their lifestyles as they desire. We wish to cultivate the development of a responsible attitude toward sexuality, in which humans are not exploited as sexual objects, and in which intimacy, sensitivity, respect, and honesty in interpersonal relations are encouraged. Moral education for children and adults is an important way of developing awareness and sexual maturity. (Wilson, 1973)
Traducción:
“El derecho al control de la natalidad, el aborto y el divorcio deberían ser reconocidos. Aunque no aprobamos la explotación, denigrante forma de expresión sexual, tampoco queremos prohibir en la ley o sancionar socialmente, la conducta sexual consentida entre adultos. Las muchas variedades de exploración sexual no deben ser consideradas en sí mismas “malas”. Sin consentir la permisividad sin sentido o la promiscuidad desenfrenada, una sociedad civilizada debe ser tolerante. A menos que se dañe a otros o se les obligue a hacer lo mismo, las individualidades deberían ser permitidas para expresar sus inclinaciones sexuales y continuar los estilos de vida como lo deseen. Queremos cultivar el desarrollo de una actitud responsable hacia la sexualidad, en la cual los seres humanos no son explotados como objetos sexuales, y en el que se anima a la intimidad, la sensibilidad, el respeto y la honestidad en las relaciones interpersonales. Una importante forma de desarrollo de la conciencia y la madurez sexual es la educación moral de los niños y adultos.
También provistos como parte del respeto a la Dignidad Humana, Kurtz y Wilson, impulsaron la división de la Iglesia y del Estado, el rechazo a cualquier forma de discriminación, el derecho universal a la educación, la evaluación de los sistemas económicos para que prevalezca la igualdad de oportunidades de desarrollo, minimizando la pobreza y buscando el bien común; así como el asentamiento de gobiernos democráticos basados en la participación democrática y en lo que haya garantías a la manifestación libre de las ideas. (Wilson, 1973)
Además, este pronunciamiento se amplió al respeto de las minorías, acentuando su respeto a la diversidad y el pluralismo de los pueblos, introdujeron el tema de la protección al medio ambiente y el desarrollo sustentable, asegurando que es una obligación moral apoyar a las naciones con menor desarrollo; así como procurar el acceso a la tecnología como la llave del desarrollo y a los medios de comunicación con la perspectiva de la información y la educación que contribuya al crecimiento, por lo que sugiere la cooperación internacional en cultura, ciencia, arte y tecnología. Finalmente se pronuncian en contra de la violencia, por sí misma y como método para resolver las controversias internacionales; indicando que las vías de solución las cortes internacionales y definiendo a la guerra como algo obsoleto. (Wilson, 1973)
Este punto y visión de este segundo manifiesto es importante en el sentido que percibe al ciudadano como miembro de una comunidad mundial.
El Tercer Manifiesto Humanista, sucesor del Manifiesto Humanista de 1933, se da en el año 2003, al que sus redactores denominaron “El Humanismo y sus aspiraciones”. El ideal del respeto a la dignidad humana en un ciudadano del mundo se mantiene, la investigación inteligente se complementó con la inteligencia crítica y el análisis racional. Conceptualmente, se definió al Humanismo como una filosofía progresiva de vida.
…guiada por la razón, inspirada por la compasión e informada por la experiencia, nos anima a vivirla bien y plenamente. .. … A los humanistas nos preocupa el bienestar de todos, estamos comprometidos a la diversidad y respetamos aquellos puntos de vistas diferentes pero humano. Trabajamos para que todos gocen igualmente de los derechos humanos y de las libertades civiles en una sociedad abierta y laica. Mantenemos que es un deber cívico de cada individuo participar en el proceso democrático y una obligación global de proteger de una manera segura y sostenible la integridad, diversidad y belleza de la naturaleza.
Empeñados así en el flujo de la vida aspiramos a esta visión con una convicción bien fundada que la humanidad es capaz de progresar hacia sus ideales más altos. Somos responsables por nuestras vidas y por la clase de mundo en el cual vivimos y esto constituye nuestra sola responsabilidad.” (Association, 2007)
Esta última versión, el Manifiesto se centra en seis ejes temáticos en los que privilegia el conocimiento científico y el ejercicio de los valores éticos; reconociendo la naturaleza del hombre buscando mejorar la sociedad para que esta proporcione mayor felicidad al individuo. (Association, 2007)
1 Generalizaciones empíricas Generalizaciones empíricas. Proposiciones que han sido comprobadas en la mayor parte de las investigaciones, (Roberto Hernández Sampieri, 2006); caso de los estudios que congregan a los académicos en torno al Humanismo efectuados a través de Manifiestos.
2 Manifiestos. Así se le denominan a los documentos emitidos por los intelectuales que se autodefinieron como Humanistas en los años 1993, 1973 y 2003.
3 Paul Kurtz fue profesor emérito de filosofía en la Universidad de Búfalo, más conocido por su prominente papel en la comunidad escéptica de Estados Unidos.
Fue el fundador y presidente del Comité para la Investigación Escéptica (CSICOP), el Consejo para el Humanismo Secular, el Center for Inquiry (CFI) y la editorial Prometheus Books. Fue editor en jefe de la revista Free Inquiry, una publicación del Consejo para el Humanismo Secular y co-presidente de la International Humanist and Ethical Union (IHEU). Miembro de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), un humanista laureado y presidente de la Academia International de Humanismo. El asteroide (6629) Kurtz fue nombrado en su honor.
4 Edwin H. Wilson. Ministro unitario que practicó en Dayton, Ohio. Una de las actividades durante su mandato de cuatro años en la Primera Iglesia Unitaria de Dayton fue la publicación en el boletín nacional unitario “Dawn”. A su lado la iglesia, la Iglesia Unitaria Tercera de Chicago, publicó este boletín de noticias hasta 1941. Más tarde sirvió iglesias en Schenectady, Nueva York, Yellow Springs, Ohio, Salt Lake City, Utah, y Cocoa Beach, Florida. Durante la década de 1980 regresó a Dayton para servir como ministro emérito de la Primera Iglesia Unitaria hasta 1988. En 1930, Wilson fue el jefe de redacción de El Nuevo Humanismo, que publicó el primer Manifiesto Humanista en 1933. En 1941 se convirtió en el primer director de la revista humanista y uno de los fundadores de la Asociación Humanista Americana. Wilson fue uno de los autores principales, tanto del Manifiesto Humanista I de 1933 y el Manifiesto Humanista II de 1973. En 1952, participó en la fundación de la Unión Internacional Humanista y Ética. Fue nombrado el 1979 Humanista del Año por la Asociación Humanista Americana.